14.03.2020
Alimentos enemigos del vino
No hay tales amigos como mi pan y mi vino. Refrán Popular
El vino es el perfecto acompañante para la comida. Ayuda a limpiar el paladar, a digerir los alimentos, a potenciar los sabores de los alimentos… es lo que se conoce como maridaje. En la planificación del menú no se debe descuidar la selección del vino, pues dependiendo del tipo de comida tendremos que elegir un vino ligero, con crianza, espumoso… descuidar estos aspectos puede conducir a que la comida nos arruine el vino o viceversa. Como no todos los alimentos “maridan” con cualquier vino, os vamos a intentar destacar aquellos experimentan una complicada relación con esta bebida.
Si organizas una comida o vas a un restaurante y vas a comer con vino ten en cuenta aquellos alimentos con sabores fuertes: ácidos, amargos, salados… pueden complicarte la comida.
La acidez de la cebolla cruda, por ejemplo, interfiere en el sabor de vino. El fuerte sabor del ajo acaba por saturar el paladar y ni la acidez de los blancos ni los finos taninos pueden con él. Acaban transformándose en astringentes y rudos en el paladar.
Otra verdura que se acaba comiendo los taninos es el berro, el culpable es el ácido fórmico que acaba por destruir los vinos tintos.
Tampoco tienen buena relación con el vino la alcachofa. Si has probado esta combinación seguro que has notado cierto gusto metálico. La cinarina provoca este sabor. Si las pruebas con jamón también sí que puedas combinarlo con un vino blanco. El amargor del apio o la suavidad del espárrago blanco tampoco son una elección buena.
El pescado de sabor muy fuerte, como las sardinas y las anchoas aguantan mal los maridajes. Las sardinas hacen buenas amigas con un sauvignon blanc o un albariño. Las anchoas se podrían combinar con un rosado dulce para amansar el sabor a mar.
Del mundo de las especias el hinojo y la menta mejor evitarlas. Sólo piensa en la sensación de tu paladar cuando acabas de beber vino y te comes un caramelo de menta. Y todas aquellas picantes tampoco son buenas compañeras: el pimentón, la cayena… Por muy afectado que tengas paladar por la comida picante un trago de vino no mejorará esa sensación. El sabor del vino quedará totalmente camuflado por la sensación de ardor.
Otro alimento que genera problemas es el huevo. Según los expertos el maridaje de huevo con vino puede hacer mediocre un buen vino.
Y por último, el vino se lleva mal con su “primo” el vinagre. El ácido acético afecta al sabor de vinos tintos, rosados blancos y espumosos.
Estas son nuestras recomendaciones. Si te consideras un aventurero en el mundo gastronómico puedes experimentar… ya se sabe que sobre gustos…